digitalización de bordados

Los 7 errores más comunes al digitalizar bordados (y cómo evitarlos)

La digitalización de bordados es un arte técnico que combina creatividad, precisión y conocimiento profundo del comportamiento de las telas, los hilos y las máquinas. Aunque existen herramientas avanzadas para convertir un diseño en un archivo de bordado, los errores en esta etapa pueden arruinar completamente el resultado final.

Ya sea que estés empezando en el mundo del bordado computarizado o que trabajes con un proveedor externo, conocer los errores más frecuentes en la digitalización de bordados te ayudará a evitar pérdidas de tiempo, materiales y dinero.


1. Densidad de puntadas inadecuada

Uno de los errores más comunes es asignar una densidad de puntadas que no se adapta ni al diseño ni al tipo de tela. Si la densidad es demasiado alta, puede causar que la tela se frunza, se deforme o incluso se rompa. Si es muy baja, el diseño se verá incompleto o con huecos.

Cómo evitarlo:
Ajusta la densidad de bordado según el tipo de tela (elástica, rígida, delgada, gruesa) y el área del diseño. Por ejemplo, para un logotipo pequeño en una gorra, se recomienda una densidad más compacta que para una camiseta de algodón.


2. Falta de compensación de encogimiento (pull compensation)

Durante el proceso de bordado, la tela tiende a moverse o encogerse ligeramente. Si esto no se compensa adecuadamente, las formas pueden distorsionarse, las letras verse deformadas o los contornos quedar fuera de lugar.

Cómo evitarlo:
Aplica una compensación de encogimiento adecuada según el tipo de puntada y el sentido del hilo. Este parámetro es vital para que los bordes queden alineados visualmente con el diseño original.


3. Orden de bordado incorrecto

El orden en que se borda cada parte del diseño influye directamente en la limpieza y estabilidad del resultado. Si se bordan primero los detalles finos y luego las bases, el hilo puede quedar tapado o desplazado.

Cómo evitarlo:
Sigue una secuencia lógica: primero las capas base, luego los detalles. Siempre de adentro hacia afuera y de abajo hacia arriba. Esto garantiza estabilidad y evita solapamientos no deseados.


4. Uso excesivo de saltos o trims

Cuando un diseño genera muchos saltos de aguja innecesarios (cambios de posición sin bordar), no solo alarga el tiempo de bordado, sino que también aumenta el riesgo de nudos, cortes de hilo y acabados poco limpios.

Cómo evitarlo:
Optimiza las rutas de bordado para minimizar los trims automáticos. Agrupa elementos del mismo color y cercanos entre sí para reducir los desplazamientos de la máquina.


5. Textos demasiado pequeños para ser bordados

Otro error común es intentar bordar letras tan pequeñas que las máquinas no pueden interpretarlas correctamente. El resultado son textos ilegibles, deformes o totalmente perdidos en la tela.

Cómo evitarlo:
Asegúrate de que el tamaño mínimo de letra no sea inferior a 4–5 mm de altura. Si el diseño requiere textos más pequeños, considera simplificarlos o eliminarlos.


6. No considerar el tipo de tela en el diseño

No todas las telas reaccionan igual al bordado. Bordar sobre licra, lona, terciopelo o polar requiere parámetros técnicos distintos. Aplicar la misma configuración a todas puede provocar errores graves.

Cómo evitarlo:
Consulta siempre el tipo de tela antes de realizar la digitalización del bordado. Ajusta densidad, compensación, tipo de puntada y estabilizadores de acuerdo con el tejido específico.


7. No realizar una prueba previa (test run)

Confiar ciegamente en un archivo sin probarlo en máquina es arriesgado. Aunque el diseño se vea perfecto en pantalla, puede presentar errores al bordarse debido a la tensión del hilo, velocidad o tipo de tela.

Cómo evitarlo:
Siempre realiza una prueba de bordado antes de iniciar la producción final, especialmente en diseños nuevos o complejos. Esto permite corregir detalles y asegurar un resultado impecable.


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