En la era de la producción digital, los logotipos, ilustraciones y fotografías deben transformarse en archivos que las máquinas de bordar puedan interpretar. Este proceso implica preparación de imagen, análisis técnico, planificación de puntadas y uso de software especializado. Para garantizar un resultado profesional, la correcta organización del diseño —incluida la arquitectura de patrones— es fundamental para lograr una conversión precisa y compatible con distintos materiales y tamaños.
Antes de iniciar la digitalización del bordado, es esencial optimizar la imagen original para asegurar claridad y estructura.
Eliminación de ruido o fondos
Incremento de contraste
Simplificación de detalles excesivos
Líneas claras
Contrastes marcados
Zonas bien definidas
La escala influye directamente en la densidad de puntada y el comportamiento del hilo durante la producción.
Si el archivo original está en JPG o PNG, es común realizar un proceso de vectorización para obtener contornos definidos y colores mejor segmentados.
Aquí interviene la interpretación de moldes, que permite estructurar cada forma del diseño para que posteriormente pueda convertirse en puntadas coherentes.
Este paso suele incluir:
Redibujo de líneas
Separación de capas
Ajuste de curvas y proporciones
Organización del diseño por áreas de color
Una imagen vectorizada facilita enormemente la etapa de digitalización.
La digitalización (embroidery digitizing) es la fase donde el diseño se transforma en puntadas reales.
Satín
Relleno
Puntada corrida
3D puff
Afecta la luz, la textura y la tridimensionalidad del bordado.
Debe ajustarse según:
Tipo de tela
Tamaño del diseño
Efecto deseado
Aporta estabilidad y evita deformaciones.
El orden correcto evita saltos innecesarios y reduce tiempos de producción.
El estándar profesional más completo para digitalización.
Adecuado para estudios pequeños y diseñadores independientes.
Una solución práctica para proyectos domésticos o semiindustriales.
Indispensables para limpiar y ajustar las imágenes vectoriales antes de convertirlas.
Una vez generado el archivo, es necesario realizar ajustes:
Muestras de prueba
Ajustes según tipo de tela
Comprobación de resistencia y estabilidad
Estos refinamientos aseguran que el bordado final mantenga fidelidad al diseño original.
Convertir una imagen en un archivo de bordado no es solo un trabajo técnico:
es una combinación de visión estética, conocimiento del material y dominio del software.
En Eagle Digitizing ofrecemos servicios profesionales de digitalización y conversión de imágenes. Nuestro equipo transforma logotipos, ilustraciones, fotografías o motivos tradicionales en archivos optimizados, garantizando la mejor estructura, densidad y fluidez de puntada para cualquier tipo de producción. Gracias a nuestra experiencia, cada proyecto mantiene la claridad del diseño original mientras se adapta al formato técnico del bordado —incluido el procesamiento vectorial avanzado—, asegurando resultados estéticos, precisos y listos para producción.